Las oleadas revolucionarias

 Las oleadas revolucionarias (1820-1848)

 I.- Las revoluciones de 1820

Esta oleada revolucionaria se extendió por la América española donde surgieron movimientos independentistas organizados por los criollos (hijos de españoles nacidos en América). Entre los líderes independentistas destacaron Simón Bolívar y José de San Martín. En 1824 España sólo cuenta en América con Cuba y Puerto Rico. Las antiguas colonias se transformaron en Estados con un régimen político republicano, a imitación de Francia y EEUU pero con un marcado autoritario. Poco a poco el poder político fue pasando a manos de caudillos que se convirtieron en verdaderos dictadores. La debilidad de los nuevos estados facilitó el control económico y político de EEUU sobre ellos a partir de la política iniciada por el presidente estadounidense Monroe.

II.- Las revoluciones de 1830

La Revolución de 1830 comienza en Francia con la Revolución de Julio o las Tres Gloriosas, que son jornadas revolucionarias de París, que llevaron al trono a Luis Felipe y abrieron el periodo de la Monarquía de Julio. Se extendió por buena parte del continente europeo, especialmente en Bélgica, Alemania e Italia Polonia y el Imperio Austríaco.

Las potencias absolutistas de la Santa Alianza consiguieron reconducir el proceso revolucionario sin caer, hasta la siguiente Revolución de 1848. Inglaterra no participa del proceso revolucionario, aunque paralelamente, contempla el surgimiento del movimiento obrero y el movimiento político de reivindindicación de la extensión del sufragio denominado Cartismo.

III.- Las revoluciones de 1848

Esta oleada revolucionaria se centró en Francia y se extendió fundamentalmente por Italia, Alemania y Austria, principalmente.

En esta oleada se presentaron las siguientes reivindicaciones:

Sufragio universal

Soberanía popular

El sistema republicano como forma de gobierno

Reivindicaciones de unión nacional, especialmente en Italia y Alemania

En Francia se destituirá a Luís Felipe de Orleáns y se proclamará la II República francesa. En las elecciones a presidente de la República será elegido Luís Napoleón Bonaparte que acabará dando un golpe de estado estableciendo una monarquía autoritaria . En 1852 será investido como emperador del II Imperio francés con el nombre de Napoleón III.

En Austria esta revolución conducirá a una monarquía parlamentaria y constitucional con el emperador Francisco José I.

En Italia los movimientos revolucionarios tuvieron carácter nacionalista pero fueron aplastados por los austriacos, lo que frenó sus ansias de libertad nacionalista.

En Alemania se constituyó la Asamblea de Frankfurt que convocó elecciones para elegir un parlamento que debería elaborar una constitución para un Estado federal alemán. La Asamblea terminó por disolverse.